La Reina Letizia ha presidido el XX concierto “In Memorian” que todos los años se celebra como homenaje a las víctimas de los terroristas de ETA.
Fueron 1.453 personas asesinadas a las que no debemos olvidar… por las que no se puede blanquear el pasado ocultando el dolor y la sangre derramada .. por las que no deben seguir realizando homenajes a etarras, como si de héroes se tratara, cuando en realidad son siniestros asesinos de personas inocentes… Para que no vuelva a suceder.
No, los años no hacen que se pueda olvidar tanto terror, pero si tienen que hacer que las personas evolucionemos hacia otras formas de entender las reivindicaciones sociales, territoriales o de cualquier tipo…. Aunque desgraciadamente el terrorismo en una realidad en muchos países y si no miremos hacia Ucrania.
Siempre he querido explicar mi experiencia en un atentado terrorista, pero a veces por pudor, por lo sensible del tema, he preferido obviar.
Pero… Ahora estoy en una etapa de mi vida en la que quiero ser yo misma ante todo, con mis años y con mis experiencias vitales, que me han convertido en lo que soy. Y también porque quien me quiera me tendrá que querer como soy y siendo lo que soy. Y eso es bueno, porque lo mejor que tiene el ser humano es aceptarse en cada momento como es.
Pero… a lo que iba: Unos de mis primeros trabajos cuando casi no me “salían” las fotos, porque mi nerviosismo ante una situación impactante (que para mi eran todas), impedía que me acordara de como medir la luz en la cámara, fue el atentado de Hipercor en Barcelona que se saldó con 21 muertos y 45 heridos..
Todavía ahora, después de tantos años, me cuesta entender como puede ser que una alegre tarde de compras familiares se conviertan en una tragedia, en el fin de tu vida o que las secuelas que arrastres después de ese día fatídico hagan que nunca puedas volver a ser la persona que fuisteis. Y… ¿Por qué? Porque unos desalmados se han pasado días o meses preparando un atentado para reivindicar una cuestión política, de la peor de las maneras posibles como es matando o destrozando vidas. ¡Que cruel puede llegar a ser un ser humano cuando es incapaz de ponerse en el lugar de su víctima y matarla sin que haya mediado palabra!
Pero retrocediendo a ese fatídico día en el que después de estar a las puertas de centro comercial, y cuando “ya estaba todo hecho”, desde la redacción me mandaron cubrir los acontecimientos del Hospital del Valle Hebrón uno de las clínicas que acogían a las víctimas, sobre todo a los quemados.
Obviamente, la prensa no podía acceder a las dependencias donde se concentraban los familiares de los heridos, algunos de ellos en box con terribles quemaduras. No creo equivocarme por el tiempo que ha pasado pero creo que era en la planta cuarta.
Por mi aspecto, y después de guardar las cámaras, pude acceder sin que nadie me retuviera a través de las escaleras, a esa planta donde estaban esperando desesperantes diagnósticos los familiares de los heridos, y viendo su dolor, si mi primera intención era robar alguna foto para ”triunfar” en mi trabajo, (ya que me estaba costando bastante hacerme un hueco en la profesión y que me tomaran en serio) aún pudiendo, no pude hacerlo, porque sin querer empaticé con el dolor de esas personas y sin darme cuenta, estaba llorando con ellos. No, no es una película, ni me lo estoy inventando… fue vivir una realidad terrible.
Ahí, me pregunté mil veces como podía ser que hubiera personas que hicieran eso… No hubo respuesta, siguió pasando y los atentados se sucedieron en distintas partes del país Lo que vino después cuando mis compañeros se dieron cuenta que faltaba un fotógrafo y pensaron que estaba consiguiendo la “exclusiva del siglo”, fue pura anécdota y forma parte de la competitividad de esta maravillosa profesión..
Pero ahí mi percepción de muchas cosas cambiaron.
Más tarde, tuve la oportunidad de ir al País Vasco a cubrir algunas manifestaciones que se saldaron con quema de autobuses y de banderas, e incluso en Barcelona, cuando se sucedían atentados, siempre llegaba cuando los destrozos eran materiales. Incluso viaje a República Dominicana mientras un grupo de etarras, vivían “como Dios” en ese país y algunos de ellos disfrutaban de los favores de espectaculares jovencitas caribeñas, en tanto aquí padecíamos las consecuencias de sus ideas
Lo importante ahora, es que en las escuelas cuando expliquen a los jóvenes esa etapa de la historia de España, se ajuste a la auténtica verdad de lo que sucedió, y no como suelen hacer por intereses partidistas sobre diferentes temas.
Para Fotos: Casa Real
Fundación Víctimas del Terrorismo
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