Llevo tantos años dedicándome a la profesión periodística en casi todos los ámbitos que muchos piensan que formo parte del decorado. Cuando no estoy, los organizadores preguntan por mí, y si estoy, exclaman “¡Vaya otra vez aquí!”.
Me apasiona este maravilloso oficio que me ha permitido trabajar para los medios más importantes de este país. He cubierto festivales de cine, sucesos, circuitos de moda, he vivido acontecimientos históricos importantes y he compartido, casi sin querer, la intimidad de famosos de primer nivel.
Aunque la parte donde más disfruto es en los reportajes de viajes porque cuando soñaba con ser fotoperiodista mi ambición era conocer otras culturas. De pequeña iba a las agencias de viajes para pedirles folletos de países, volvía a casa y me sentaba en mi cama con unas tijeras, recortaba las imágenes y las pegaba en una libreta soñando que algún día podría visitar estos lugares de ensueño.
En cierto sentido no se han cumplido estos deseos, pero en contrapartida, como soy tremendamente curiosa, he tenido la suerte de hacer otro tipo de viajes tanto o más interesantes gracias a los habitantes que forman esos lugares. Porque, al fin y al cabo, todos tenemos una historia y, como dijo Gay Talese: “Una buena historia nunca muere”
Y para contarla hace falta tener pasión, estar atento a los pequeños detalles, devorar libros y documentales, hablar con gente de otros países… En la actualidad colaboro como redactora y fotógrafa freelance en la sección de viajes y gastronomía de varios diarios donde intento hacer realidad aquellos sueños de mi infancia.
Sin embargo, a lo largo de mi dilatada carrera he tocado todos los palos, como se suele decir en el argot periodístico. He sido jefa de fotografía en Cataluña de la revista Tiempo (Grupo Z); fotógrafa de moda, empresa, corazón en Hearst Publicaciones; freelance para la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona y colaboradora para Ronda Iberia, Ediciones B, Viajar, el Cultural de El Mundo y Abc. Viajes, entre otros medios.
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