Bueno sí, hace tiempo que muchos me preguntáis cómo terminó (objetivamente termina algo que ha comenzado y no es el caso) la historia de “amor” unilateral de mi amiga… Entiendo que algunos os acordéis de esa especie de serial que se llamaba “ Prohibido enamorarse 1, 2, 3, 4 , porque el tema como curioso es, aunque para muchos difícil de entender … Sí, ha pasado ya casi un año desde el comienzo del “supuesto” romance que para la mayoría se habría quedado en anecdótico.
He tardado mucho tiempo en volver a escribir sobre esta cuestión, porque en realidad no tenía intención de hacerlo, pensaba que solo en el caso de que hubiera un final feliz o como epílogo de una de esas historias que suceden, pero que sería mejor que no… Pero quién manda en los sentimientos… Nadie, surgen sencillamente y mi amiga sigue inmersa en un mar de sentimientos y emociones que hacen que su vida sea una especie de vaivén continuo… algo así como un barquito de papel en medio de una tormenta en pleno océano a merced de las olas donde a veces parece que su estado de ánimo baja, otras sube, muchas se hunde para después salir a flote y cuando piensa ya está y ve que el sol aparece entre las nubes… Para más tarde adentrarse en una especie de tormenta y sus vientos la vuelven a hundir… ¿Qué os parecen estas referencias marineras?
La verdad, hay poco que contar, aunque ella me autoriza a que explique lo que quiera, yo he decidido que será la última vez porque sé que todavía le hace daño.
Pero ya puesta, voy a relataros como ha seguido esta historia algo que tengo muy presente porque mi amiga sigue viviéndola como si el tiempo no hubiera pasado, porque quizás una de las cosas con las que más sufrimos en la vida es con los amores no correspondidos y el de mi amiga muy correspondido no es la verdad…
El otro día le decía que si en vez de vivir en el presente viviera en la época de Juana la Loca, le pasaría como a ella,que nadie entendería que su única enfermedad fue que sufría por el desamor de Felipe el Hermoso.
A ver como empiezo el relato: Ella se marchó del sitio donde conoció a “ese hombre” (parece Rociíto que ha rebautizado a su ex como “el ser” y ella cuando habla de la persona que le gusta se refiere a él como “ese hombre” nunca le menciona por su nombre), porque creía que no podía seguir mirándolo sin decirle nada de lo que sentía, de lo que le hubiera dicho si las circunstancias fueran otras, o sea todo lo que os podáis imaginar y seguro que os quedáis cortos… Pero regresó porque no podía olvidarlo, así que el experimento de desaparecer para no encontrarse con él y evitarse problemas sentimentales no dio resultado.
Ahora se arrepiente de haber tomado la decisión de volver, pero yo creo que al final, siempre volvemos a los sitios o con las personas que nos despiertan sentimientos… Pero, también porque está convencida que para salir de una situación que le tiene paralizada tiene que volver al punto de partida, como haríamos con un puzzle que no logramos terminar deshacerlo y empezar de cero. Pero no fue tan fácil…
Me explicaba que cuando entró en ese lugar lo encontró especialmente triste, habían pasado más de tres meses y estaba lleno de gente que aparentemente no conocía sin mascarilla, así que se centraba en los ojos de esas personas para ver si reconocía a alguien con quien había coincidido tiempo atrás… .Y, con tanto mirar a los ojos algunos parecía que pensaran mal… Pero cómo explicar el porqué.
Casi renuncia y se marcha, porque él no estaba, pero decidió quedarse cuando se enteró que unos días más tarde volvería… Y efectivamente apareció … Pero fue en el peor de los escenarios posibles porque mi amiga descubrió que tenía una relación con otra compañera de club. Fue un jarro de agua fría que la hizo tocar de golpe la tierra. Y más cuando coincidía en los espacios comunes con la supuesta “novia” y ésta le lanzaba miradas de hostilidad total.
Y mi amiga … ¡qué podía hacer!, Absolutamente nada. El ya había elegido, y ella nunca ha competido por ningún hombre, los cede directamente…
Así que el regreso fue un desastre…Y lo peor, que todos los desastres no le impedían seguir queriéndolo y sin saber porqué, porque apenas tiene datos de esa persona, más bien conclusiones a las que ha llegado a través de las pequeñas conversaciones que han mantenido.
Los días fueron pasando y aunque para ella era una muy difícil, seguía allí (un poco masoquista si que es) y cuando coincidían, menos de las que a ella le hubiera gustado, la “relación” entre ellos era cordial, fluida, como si se conocieran de toda la vida, como fue siempre antes de que ella se marchara, parecía que el tiempo no había pasado… Yo le digo a mi amiga tú como Fray Luis de León cuando después de estar en la cárcel un montón de años volvió a la Universidad de Salamanca y empezó la clase diciendo: “Como decíamos ayer..” (esto históricamente no está comprobado pero el pobre se ha quedado con el sambenito) y, según ella, seguía existiendo esa conexión que hizo que se enamorara… ¡Ay Dios!
Pero pasados los días y cuando parecía que el contacto se iba estrechando un poco más y pensaba (la imaginación es libre) que tal vez … lo de su “novia” se lo estaba imaginando… Pues va “ese hombre” y una tarde le dice que se marcha y que dejarán de coincidir. Ella no se cree la razón que le da, porque en el fondo, muy en el fondo, eso sí, está convencida que a él también le gusta. Y yo, me llevo las manos a la cabeza y le digo: “Pero sí está con otra… Es que lo de mi amiga…
Así que aun después de que se marchara siguió frecuentando un sitio en el que su presencia ya no tenía sentido y que le hacía sentir tan mal… Pero intentaba seguir aunque fuera como terapia…
Al final la situación le pudo y dejo de ir por lo que dice se está tomando un tiempo para curar su estado de ánimo, pero, en cuanto esté mejor volverá porque, está segura, que es ahí donde tiene que estar para conseguir volver a ser la misma persona feliz de cuando llegó.
Aunque en realidad ya no es esa persona, esta historia le ha pasado factura en muchos aspectos de su vida que no voy a explicar, para ella está siendo muy duro, tal vez era algo que tenía que pasar para, precisamente, plantearse su vida de manera diferente. Cuando lo supere seguramente se dará cuenta que le ha llevado a un aprendizaje, pero ahora… Solo se hace preguntas. Y lo malo es que nadie le puede ayudar, solo ella, porque los temas que tienen que ver con el amor son cosa de dos y si uno no quiere pues no hay solución y hay que aceptarlo.
Porque está el tema de la edad y eso no tiene solución … La verdad es que desde su último fracaso, (es que lo de mi amiga con el amor tampoco es que haya sido para tirar cohetes), han pasado años y no se había vuelto a enamorar no le habían interesado ninguna de las personas que se le acercaban por muy interesantes que fueran y ahora que por fin … pues fracaso total . En realidad la vida es así, unas veces se pierde y otras se gana, pero el problema es que se pasa demasiado mal…
Una cosa que me hace mucha gracias de lo que me explica es que como a ella le interesa mucho la psicología, cree que ha hecho el ridículo muchísimo, porque está segura que él se ha dado cuenta de lo que le pasa por su lenguaje corporal… Así que cree que todavía se debe de estar riendo de ella. Dice que unos días antes de que se marchara y como veía que él hablaba mucho con su “novia”, tomó la actitud de distancia como si no le importara nada… Por dignidad ¡claro! Así que imaginaros el panorama ella por dentro en plan volcán y por fuera en plan iceberg.
Como le gusta mucho el cine se acuerda de algunas frases de películas y se las aplica, por ejemplo: “Aunque tenga que matar, engañar o robar, a Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre” (Scarlett O´Hara), pues ella va y cambia el final (como hace Isabel Pantoja con sus canciones) y pone “…a Dios pongo por testigo que jamás volveré a enamorarme”
También: “Tara… es mi hogar. Iré a mi casa, idearé algo para hacerle volver. Después de todo, mañana será otro día” (Scarlett O’Hara). Bueno lo de Tara hay que cambiarlo por ese “club” en el que se conocieron , por ejemplo…
Y ya la última para no cansaros : “A pesar de ti, de mi y del mundo que se resquebraja, yo te amo” (Rhett Butler).
Es que “Lo que el viento se llevó da mucho juego y mejor tomárselo con humor… ¿no?
Ahora hace su vida y lo posible por olvidarse de él, pero parece que no lo consigue de momento, pero seguro que lo hará y entonces yo escribiré el epílogo, aunque me encantaría que tuviera como en los cuentos de hadas un final feliz… Y quién dice que no es posible… Pues parece que todo…
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