Muchos intentan hundirla pero ella sigue brillando con luz propia, sus últimos años han sido para olvidar, pero su fortaleza la acompaña y la acompañará siempre algo que no le perdonan sus adversarios, así que debe de seguir repitiendo para sus adentros lo de: “¡Dientes, dientes, dientes, que eso es lo que les jode!” … A sus enemigos, un montón.
Isabel Pantoja ha vuelto a triunfar en el Palau Sant Jordi de Barcelona, (como lo hace siempre en cada una de sus actuaciones) repasando sus 50 años de trayectoria, en un plaza difícil para una folklórica.
Y aún así la tonadillera, que volvía a Barcelona después de siete años, ha hecho vibrar, bailar y emocionarse al respetable como la representante más genuina de la canción española que es. Una de las artistas más importantes de este país, le pese a quien le pese. Y su público ha estado ahí, el que siempre la acompaña, y eso que el precio de las entradas estaba por las nubes, pero para eso estamos en fiestas, que en estas fechas se suele tirar la casa por la ventana y si uno se tiene que “quitar” de una barra de turrón por ver a la “Panto” pues se quita ¿Pasa algo?.
Un año muy difícil para la tonadillera que no sale de una polémica cuando la meten en otra.
Yo diría que con Isabel Pantoja la prensa no ha sido demasiado benevolente, pero ella ha decidido dejar que chismorreen y no desmentir ni afirmar, porque sabe, que haga lo que haga se le volverá en contra. Como explicó en El Hormiguero, cuando no canta se queda en su casa realizando mil quehaceres como cualquier persona “normal”, aparcando a la estrella de la canción que sabe que es y obviando que fuera de los muros de Cantora hay un ejército de mindundis hablando mal de ella.
Hasta que, una vez más se sube al escenario y ¡olé!. No sé si es buena o mala política pero es su manera de afrontar su circunstancia, así que ¡adelante!… Fotos: MJR y RRSS
Hasta el día 13 de enero, en Bilbao.
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