¡Oh! He recobrado la confianza en el ser humano, en el amor, Tamara Falcó e Iñigo Onieva se han reconciliado.. ¡Menos mal! Después de la “depre” que he padecido por la separación de Isabel y Mario a los que había convertido en referentes de lo que era una historia de amor y va y me fallan… ¡Que decepción tan gorda” Ya no sé dónde agarrarme en mi cruzada a favor de la utopía romántica.. Pero ahora tengo a la marquesita y al discotequero… ¡Cielos! ¿Será un milagro?
Yo lo sabía. Sabía que volverían y que se casarán porque, qué son unos cuernecillos de nada cuando estás enamorada… De momento molestan pero después te agachas cuando pasas por la puerta y ya estáaa. No hay que ser tiquismiquis…
Hay un pequeño detalle a tener en cuenta, pero que yo estoy dispuestísima a obviar en pos de mi desmesurada sentimentalidad, a la que no pienso renunciar. Es cierto que no es lo mismo que te coronen cuando llevas años de matrimonio y el hastío se ha apoderados de la pareja, que en plena luna de miel de la relación, cuando suenan violines a todas horas, cuando sueñas con los ojos (y otras cosas) del oponente, cuando en el mundo solo existe tú y yo… Sí, no es el momento idóneo para fallar y no dice mucho a favor del chico, porque la cabra suele tirar al monte, así que espero que Dios, aliado inquebrantable de Tamara haya hecho el milagro y estemos hablando de un Iñigo con la misma “carcasa” pero con un interior más leal.
Porque como os decía: ¿Qué son unos cuernecillos de nada cuando llevas años de matrimonio, hijos con sus historias, discusiones, problemas en el trabajo… En fin, un desastre que hace que tengas la lívido por los suelos, y que por más que intentes reavivar la pasión hacia tu pareja poniéndote ropa interior seductora, etc. la cosa del cuerpo y de la mente no da para tanto cuando ya nos sabemos de memoria todos los recovecos de ambos y existen nulas posibilidades de sorprender. Así que muchos y muchas recurren a la infidelidad, aunque sea para reafirmarse o porque alguien les despierta de nuevo ese amor que creían olvidado… En según qué circunstancias donde abundan cantidad de problemas casi mejor tomárselo como un desfogue ¿sin importancia? porque el tema es mucho más complejo, pero, desgraciadamente, la mayoría de parejas sabe, que pase lo que pase el “pecador” ficha cada día en casa y seguirá fichando… Cómo se va a separar y empezar de nuevo con un sueldo normal, o sea “español”… Así que a aguantarse tocan… Hasta que algunos, los menos, apuestan por su felicidad.
Como contrapartida cuando el “infiel” vuelve a casa suele pillar a su pareja y ponerla contra la pared, vamos que le da un meneo de aquí te espero… ¿El por qué sucede esto? Quizás por sentimiento de “culpa” así que hacen el amor a “su culpa” o en otros casos como disculpa por haberse gastado el importe del recibo de la luz…
Estaba pensando que esto de los cuernos está sobrevalorado, porque dada la frecuencia con que se dan, quizás tendríamos que normalizarlos, a todos nos han sido desleales alguna vez, aunque no todos hemos respondido de la misma manera ¿O no?..
Ahora que no nos escucha casi nadie, (porque mi página no es el USA Today, lo que publico deben de leerlo cuatro, con suerte) Bueno pues eso , que a mi me los han puesto y eso que soy… ni os cuento. Y aún así… Qué le vamos a hacer… Eso sí, yo perdoné como buena “cristiana”, porque estaba enamorada … y bueno, bueno, bueno… Otro día os explico cómo terminó la cosa … No, no me case, pero pensándolo bien, mi problema es que soy un poco descreída… ¡Cosas de familia! ,
Pero Tamara que es tan religiosa seguro ha pedido a Dios que le devuelva a su Iñigo con la misma carcasa, pero con un interior más leal. Y, seguramente se lo ha concedido…Sigamos apostando por las bonitas historias de amor… porque existen
Y a Tamara le repito: Haz lo que sientas, no lo que pienses que tienes que hacer. ¿Nos invitará a la boda?
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