Los Reyes de España Felipe VI y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía han presidido la entrega de los Premios Fundación Princesa de Girona en el Auditorio Ágora del Museo Agbar de las Aguas de Cornellá de Llobregat (Barcelona)
Son jóvenes y guapas, casi no nos hemos dado cuenta de que han crecido; el paso del tiempo corre para todos, pero cuando hablamos de la princesa de Asturias y Girona y de la infanta Sofía y las vemos convertidas en unas adolescentes guapísimas, estilosas y educadísimas no dejamos de sorprendernos, quizás por la escasez de imágenes y actividades en las que han participado y que han llegado con cuentagotas a la población en estos casi deciséis años de su existencia. Seguramente mamá Letizia (la Reina) ha pensado (y pienso más en ella que en el Rey) que era mejor que las niñas mantuvieran un perfil bajo, que ya tendrían tiempo de tener que exponerse irremediablemente.
Y esa época ha llegado, porque en el caso de Leonor ser la heredera le obliga a asumir una agenda de actividades que el tiempo incrementará y que va unida al cargo, y en cuanto a Sofía no se salvará de una vida llena de compromisos que su segundo lugar en la línea de sucesión le obligará a asumir… Pero, afortunadamente para ellas, aún tienen mucho tiempo por delante y seguirán con su formación fuera de España que les otorgará una cierta libertad durante unos años más.
Tanto en su visita al Museo Dalí como en la entrega de premios Fundación Princesa de Girona hemos podido ver a unas jóvenes preparadísimas, casi al mismo nivel que las mujeres a las que han premiado. Pero la profesionalidad de la que ha hecho gala la princesa Leonor hablando en distintos idiomas, su aplomo en el discurso, su semblante sonriente, y Sofía, con su belleza y su discreción en ese segundo plano que le ha tocado vivir, creo que tienen mucho que ver con la personalidad de la reina Letizia.
Es casi divertido escuchar los comentarios de algunos invitados a la ceremonia cuando han aparecido los miembros de la familia real elegantísimos y casi perfectos: “Pero, es que estas niñas van ideales… Pero, mira, mira, cómo controla Letizia, las lleva marcando…”, “¡Jo!, y el Rey cómo sonríe mirando a la periodista, se le ve enamoradísimo”, “Mujer… Es que Letizia cada día está mejor y ese vestido como le sienta… Al final fue una muy buena decisión que Felipe se casara por amor aunque estuviera divorciada, si es que a la gente hay que darle todo tipo de oportunidades”, “Sí, pero para ella casarse con el entonces príncipe también fue un riesgo… A ver, seamos realistas, es guapísimo pero parecía bastante soso… ha ganado con los años… pero, no sabemos como es en las distancias cortas… digo yo que será encantador”, “Hombre, no sé. Yo creo que este chico es más interesante de lo que parece, porque no creo que Letizia se hubiera conformado con un panoli, por muy príncipe que fuera. Ella era y es una mujer inteligentísima y guapa y una excelente periodista; además, tenía un porvenir profesional impresionante y no se habría enamorado de un insípido… Bueno, igual así de golpe, se habría sentido halagada porque, claro, no siempre nos pretende un príncipe guapo, pero con el tiempo y su personalidad lo hubiera mandado muy lejos si no valiera la pena”, “¡Vamos!, eso seguro. Yo creo que Letizia es capaz de ponerse el mundo por montera y mandarlo todo al garete… y encima con la que le cae siempre… ¡Pobre chica! Tiene narices que con lo profesional que es y la voluntad que le pone, cuando va a un evento la gente solo habla de su outfit. Yo creo que cuando lee lo que escriben sobre ella, que seguro que lo controla todo, se debe de poner de los nervios y el rey la tendrá que atar a una silla, porque, la verdad , yo en su lugar cojo el teléfono para poner a más de una y uno en su sitio… y ella encima se tiene que callar y cuando se encuentra a esas periodistas y malas pécoras varias (algunas excompañeras, por cierto) cotillas y envidiosas les tiene que hacer buena cara, y estoy segura de que en más de una ocasión le habrán pedido hacerse hasta un selfie para después presumir… Y es que la pobre, cuando vuelve a palacio, seguro que le tienen que esconder el móvil para que no empiece a hacer llamadas… Suerte tiene de lo que publican sobre ella la prensa internacional que cada vez que asiste a una recepción se rinden ante su presencia. Supongo que eso la reconfortará. Porque en este país somos unos mediocres y nos encanta destruir reputaciones; en otro lugar le pondrías la alfombra roja, porque se lo merece, pero aquí se la ponen porque no les queda más remedio… y si se descuida sin pegar al suelo para que tropiece y se pegue un guantazo”, “Como para que después vengan los pijales amigos del Rey y la llamen “la jolines”. ¡Vale!, sí, fue al comienzo de la relación, pero vete a saber lo que dirán ahora por detrás, porque seguro que son unos clasistas cobardes y por delante no se atreven. Se nota que estos niños de papá no están en el mundo… bueno quiero decir en el mundo real, el de los humanos que se buscan la vida y del que proviene la Reina, porque ser nieta de taxista marca mucho y eso lo sabemos todos (porque yo misma soy hija de paleta y hermana de taxista y a mucha honra) y ¡oye!… pues que igual hasta me caso con un príncipe. Sí, sí… que sí, que tendría que ser jubilado porque… Pero qué perversas sois… como que con mi edad. Pero… vosotras me habéis mirado, estoy buenísima… ¡Chicas! La envidia es muy mala y yo tengo opciones, como ya sabéis muy, pero que muy interesantes… solo que como soy muy romántica estoy esperando a mi príncipe… o lo que sea… porque no estoy yo para aprender protocolo a estas alturas, pero si se tercia…. le puedo hacer un favor y que conste que el favor se lo haría yo a él o a quien se ponga a tiro… Y, por cierto, doña Leti siempre ha sido una Reina aunque no estuviera con un príncipe… y mucha suerte que ha tenido Felipe VI… mujeres así pocas. ¡Uff! Menos mal que aunque están cerca no nos oyen…”.
El caso es que la heredera Leonor se convirtió en la protagonista de la tarde vestida de princesa de cuento, con un vestido midi en crepe azul celeste con los hombros al descubierto y escote barco con mucho vuelo de la firma Miphai, un moño bailarina y pendientes con una aguamarina, zapatos de medio tacón de Carolina Herrera; todo conjuntaba a la perfección con el color de sus ojos. Estaba elegantisima. Sofía, con un conjunto de pantalón blanco y un blusón largo de efecto capa de la firma Bruna especializada en look de invitadas, zapatos planos, la melena suelta y ligeramente ondulada muy favorecedora. Ambas hermanas estaban espectaculares.
La reina estrenó un vestido azul con escote joya de la marca gallega Boüret, concretamente el modelo Luna Diamante creado por la diseñadora Vanessa Datorre; pendientes de Chanel, cartera de Magrit y unos zapatos de salón de Carolina Herrera.
Por la mañana las hermanas habían asistido en el Palacete Albéniz a un taller impartido por Hadi Patovi fundador de la ONG Code.org. Ofrecieron una imagen de lo más bucólica, sentadas en el jardín, Leonor con un vestido camisero con estampado de flores en blanco y negro y Sofía con uno minifaldero blanco con lunares negros atado a la cintura de Zara. Ambas calzaban las clásicas y comodísimas alpargatas que sirven para todo. El Rey, perfecto, como siempre, y que se atreva a desentonar que Leti lo pone firme.
En fin… Después de diferentes posados con personalidades varias, empezó la ceremonia de entrega de premios. Su Alteza Real la Princesa de Asturias y Girona aprovechó para dar las gracias por el apoyo de empresas y organizaciones sociales con las que cuenta la Fundacion. Por supusto a las cinco premiadas: “Mi hermana Sofía y yo hemos conocido vuestros proyectos y estamos admiradas e impresionadas. ¡También agradecidas!.” Y también para recordar los acontecimientos terribles de la guerra de Ucrania que continua generando tanta destrucción e incertidumbre y que ha paralizado los proyectos y las ilusiones de muchos jóvenes creando una situación devastadora.
Una tarde histórica que espero el proximo año se repita en Girona que es como debe ser. Fotos: Fundación Princesa de Girona y María José Rasero.
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