20 de mayo de 2025

El cajón de Lady Pepa

Travel, Fashion, Beauty, Culture, Lifestyle… by María José Rasero

Eran las siete treinta y cinco en punto de la mañana… y el papa Francisco nos dijo adiós

Desde Pedro, apóstol de Jesús, que fue el primero, la Iglesia católica ha tenido 266 papas, el último designado fue Francisco.

El próximo 7 de mayo comenzará el cónclave para elegir un nuevo papa y con lo «contestatarios» que le están saliendo los últimos… “Que Dios nos coja confesados.”

El papa Francisco ha fallecido y su desaparición ha conmovido al mundo. Eran las 7,35 h. de la mañana, tenía solo 88 años, y después de una larga enfermedad, cuando parecía que su cuerpo se recuperaba lentamente, falleció en el pequeño apartamento que ocupaba en la casa de Santa Marta, sin lujos, con solo una cama de madera, un perchero, un baño con ducha y un pequeño estudio adyacente.

Para él era suficiente, porque tenía como referente a San Francisco de Asís, un santo al que considerada un símbolo de la paz, el refugio de los pobres y la austeridad, por eso eligió llamarse Francisco, en su honor y renunciar a su nombre de pila Jorge Mario.

Parece que esté todo dicho sobre él, pero sabemos poco sobre sus sentimientos, ilusiones,  fracasos, expectativas que tal vez no pudo cumplir, como sucede a la mayoría de personas. Fue un hombre que ocupó el más alto cargo y honor que puede obtener un ser humano: ser representante de Cristo en la tierra, el sucesor de Pedro, primer líder de la cristiandad al que Jesús dijo “sobre ti edificaré mi iglesia”…  Una gran responsabilidad.

El papa fue un hombre que quiso hacer bien la tarea encomendada, deseaba aprovechar su ministerio para “construir puentes y no muros”, ayudar a los pobres, sanar las finanzas y limpiar la imagen de la Santa Sede. Pero, seguramente, llegó hasta donde pudo, hasta donde le dejaron porque, al final, todo sigue el orden divino, aunque en el Vaticano, más humano que divino.

Tuvo detractores, tuvo admiradores, fue ocurrente, sincero, quiso ser representante de la verdad, en un mundo donde la verdad se considera un “pecado”, así que se tuvo que disculpar en muchas ocasiones cuando decía lo que sentía sin pensar en lo que representaba, (puede que fuera la influencia de su signo zodiacal, Sagitario, que hizo que tuviera la verdad como guía).

Los restos del papa Francisco, “Pedro”, ya reposan en la basílica romana de Santa María La Mayor, como él deseaba.

Después de un velatorio que ha durado tres días, en la Plaza de San Pedro del Vaticano se ha celebrado la ceremonia del funeral, a la que han asistido unos 50 jefes de estado, entre los que se encontraban los Reyes, Felipe VI y Letizia.  

No se entiende mucho la asistencia en los funerales de algunas personalidades, más bien deberían haberse quedado en su «casa», porque nadie cree su cara de «disgusto», cuando el éxito de muchas de las cruzadas del pontífice dependían de ellos y poca ayuda recibió en vida). 

A Pedro Sánchez, ni estuvo ni se le esperaba, mando a sus dos  vicepresidentas del gobierno, Yolanda Díaz y María Jesús Montero “comunistas” para más señas, que como en la plaza de San Pedro había buena luz, aprovecharon el momento, muy sonrientes, eso sí vestidas de negro (el negro ya sabemos que favorece),  para hacerse un selfie (se lo mandarían al presidente, para que viera lo «bien» que nos representaban) ¿Educación, respeto, el papa, funeral? ¿Pero ese quién era? ¡Ahhh, bueeeno! Y, es que nunca hay que desaprovechar un viaje gratis a Italia, con las tiendas tan estupendas que hay en Roma

A la despedida han asistido unos 250.000 peregrinos llegados de todas las partes del mundo. Han ocupado un lugar especial un grupo de migrantes, gente sin hogar, presos y personas transexuales que han esperado en silencio la llegada del féretro a la basílica.

Yo le pediría (aunque estoy segura lo habrá hecho ya), que ahora que está con el Padre  (porque si él no está a su lado, el ser humano corriente no tiene ninguna posibilidad), le pida en directo que nos perdone a todos.

El próximo 7 de mayo comenzará el cónclave para elegir un nuevo papa:  “Que Dios nos coja confesados.” Fotos: Vaticano y Casa Real

¡ Ay qué terribles siete y treinta y cinco de la mañana!
¡ Eran las siete y treinta y cinco en todos los relojes!
¡ Eran las siete y treinta y cinco de la mañana y el sol brillaba en todo su esplendor! 

Jorge Mario, Pedro, Francisco, sonrió y subió. Paco, le estaba esperando.

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Maria José Rasero periodista
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