24 de abril de 2024

El cajón de Lady Pepa

Travel, Fashion, Beauty, Culture, Lifestyle… by María José Rasero

Carlota Corredera una vergüenza de mujer

Siempre que opino sobre el docurollo de Rocío Carrasco, me prometo a mí misma que será al última, pero pasan los días y Carlota Corredera me lo pone difícil… por no decir imposible, y aquí estoy otra vez, comentando sobre el hecho.

Llamarse Carlota Corredera es, para mí, sinónimo de desvergüenza, Su aptitud beligerante, talivanista, intolerante, hipócrita, etc. hacia las personas que osan llevarle la contraria en la cuestión Rocío… es propio de personas casi enfermas. Gente como ella, incapaz de aceptar que en cada acto de nuestras vidas, las personas sentimos y actuamos de manera diferente, es vergonzante en una mujer que se tenía que limitar a su cometido de presentadora de televisión y que amplia sus funciones a incomodar y reprimir las opiniones de las personas con la que comparte plató.

Carlota Corredera no siempre ha tenido unas opiniones tan radicales y feminista, como se encargan de mencionar en la redes sociales. Recordemos su “moderación” delante de situaciones como la que vivió Raquel Bollo o Carlota Prado (todavía en trámite en los juzgados), no se moja nada y deja en casa su radicalizada verborrea, porque… es muy consciente de que no se puede morder la mano de quien te da de comer, por partida doble, porque su marido también ingresa de Telecinco.

¡Ah! Pero el tema Rocío Carrasco es diferente, reconvertido en un cuestión política, parece haberla trastornado. Este mujer ha olvidado lo que significa la palabra objetividad. Sus parrafadas y su aparente buen rollismo de gordita feliz ¡mentira!, esconde una mujer resentida, que no se priva de insultar a los que no piensan como ella, llamándolos aparte de negacionista, malas personas e ignorantes.

Yo le diría a Carlota que se adjudique a sí misma esos calificativos además de otros, como cerril, narcisista e inculta porque ni siquiera utiliza bien los insultos que escupe hacia la gente, y de paso, le aconsejaría que aproveche esos psicólogos que lleva al programa para que le den un repasito. Existe una patología que se llama enfermedad de Hubris, quienes lo padecen tienen un ego desmedido, un enfoque personal exagerado y desprecio hacia las opiniones de los demás. 

No quiero pensar que el virus de esta enfermedad se haya extendido cual plaga divina, (como sucedió en Egipto), por las instalaciones de Telecinco, porque los personajes que pululan por ese espacio tienen serios problema, cuando pretenden, que todos le demos la razón a sus invectivas como a los tontos o… ¿Será que ellos son tontos?

Yo sigo opinando lo mismo de siempre, y creyéndome el paripé de Rocío Carrasco un poquito, por no decir cero. Sí, solo un poquito y ni tú ni todas las Belenes Rodríguez, ni Esteban, ni Garcías Pelayo, ni todos los lameculos que traéis al plató, a los que no les queda más remedio que reíros las gracias para seguir facturando (llámese Antonio Canales, al que le habéis hecho cambiar de discurso más de una vez hasta conseguir que diga ¡amén! o el ex presentador ¡pobre! Alonso Caparrós, que parece que utilizáis cada vez que necesitáis rellenar un hueco, dada su situación…) van a convencerme de lo contrario.

Tengo la suerte de ser independiente. Me encanta el cine y las telenovelas, pero yo elijo las que ver y en las que creer, y la vuestra no me la creo, porque no trasmitís verdad, trasmitís odio, mal rollo y politiqueo barato.

Ser una justiciera parcial no mola Carlota Corredera, la justicia tiene que ser igual para todos, no una especial para los que se llaman Rocío Carrasco.

Me pregunto que le vas a enseñar a tus hijos, primero a odiar, después a odiar y mas tarde a odiar contra quien no piense como ellos… Le vas a aleccionar u obligar a que vivan una vida sin matices solo en blanco o negro….No estamos en el oeste que, según las películas, todo se resolvía a tiros. Estamos en el siglo XXI, ha costado mucho llegar hasta aquí, y poder disfrutar de esta libertad que tenemos de la manera que nos plazca. Claro que sí. Todo es mejorable. Pero desde un programa de televisión con tanta audiencia no deberíais apostar por destruir la vida de las personas, sino enseñar a salvarlas.

No, Rocío Carrasco no es un ejemplo para las mujeres, porque las personas valientes luchan para resolver los problemas y no se instalan en cómodas poltronas culpando al mundo de sus desatinos, y menos, siendo rica, joven y teóricamente feliz, en su vida matrimonial. Y, sobre todo, no ponen a los pies de los caballos a su hija, diez años después de unos hechos de los que ella también es responsable. Lo que hace esta señora, que aparenta ser muy buena actriz, es trabajarse un juego muy sucio, apoyada en una cadena de televisión y sus comparsas, para joder a su ex marido a Olga Moreno y por supuesto a su hija Rocío Flores.

La “victimizada” debe de pensar que a su hijo enfermo, que le den por el c… porque si hubiera querido a “su enano”, como dice, (para mí falsamente), lo estaría cuidando como es su obligación. El chico es una víctima más de una situación, que seguro, no le está gustando vivir. Pero… cómo se lo va a llevar a casa con lo bien que se vive con su maridito y sin tener que compartir espacio ni responsabilidades con adolescentes problemáticos…. Anda que se lo coma su papá…. Pero, eso sí, Antonio David Flores es muy “maltratador”… Ya te vale… lista.

Rocío Carrasco es igual de culpable que Antonio David Flores. Sí. Los dos se reparten el papel protagonista de esta trama, uno por actuar de una manera directa y pública y ella por hacerlo veladamente, a través de recaditos y de intrigas. Así que, Carlota Corredera, etc. etc. etc.. iros por ahí, que la vida es maravillosa, y vosotros lo que hacéis es amargársela a la gente que comete el error de seguiros. Y encima dais malas ideas… 

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