La mayoría de nosotros vivimos en una gran ciudad, más o menos bonita, más o menos cuidada, tenemos familia o amigos, en muchos casos estudiamos o trabajamos, un techo donde vivir y alguien a quien amar…Nuestra vida, puede ser rutinaria o divertida, más o menos triste o ambas cosas, que oscilan por etapas porque nada es indefinido y nuestra felicidad muchas veces tiene que ver con si aceptamos o no nuestra realidad, que no siempre podemos cambiar. Pero vivimos en un ambiente de relativa paz.
Muchas veces en estos últimos meses me imagino lo terrible que debe de haber sido para los ucranianos levantarse una mañana y encontrarse en medio de una guerra cruenta, haberlo perdido todo y ver que a lo único que puedes aspirar es a conservar la vida, la tuya y la de tus seres queridos, y que no siempre lo consiguen. Las cosas materiales no valen la pena, aunque le damos mucha importancia en situaciones de normalidad, pero en medio de un conflicto tan extremo, que coño importan los objetos, la ropa… pero sí importa cualquier ser vivo.
A veces, no solo pienso en las personas, sino también en cuántos ucranianos tendrían mascotas o animalitos de cualquier especie en sus casas (y que seguramente han tenido que renunciar a ellos). Criaturas que dependían de sus dueños, seres indefensos que, seguramente, la mayoría ha debido de perecer entre las bombas. Esos animalitos que forman parte de nuestras vidas y que cuando los perdemos nos inunda el dolor y tardamos mucho tiempo en sobreponernos. Si, ya sé, en casos de supervivencia hay prioridades….
La guerra en Ucrania no tienen visos de solución, durará mucho tiempo y yo me pregunto si conservar un territorio, si que pertenezcas a un país o a otro vale por todos esos muertos, por toda esa destrucción, por todo ese perder a los seres queridos, por todo ese dolor… ¿no?.
Tengo que reconocer que no soy nacionalista, no entiendo que por defender un territorio o una creencia religiosa la gente tenga la capacidad de torturar, de matar, que por imponer unas ideas masacren a sus iguales. Pero… ¿es que no somos personas… en teoría los seres más evolucionados de la creación? ¿Dónde está nuestra empatía?. Siempre he pensado que no deberían existir las fronteras, ni nada que coarte la libertad del ser humano, ni seres humanos que coarten la libertad de otros… No vale la pena, deberíamos pensar solo en ser mejores personas.
Delante de una situación tan terrible y aunque mucha gente no estará de acuerdo, si yo fuera ucraniano, no habría entrado en una guerra, le habría regalado el país a los rusos y después habría intentado pactar hasta las últimas consecuencias… Me tragaría mi orgullo, me tragaría mi ira, porque para mi, no hay nada en este mundo tan importante por lo que un ser humano tenga que derramar tantas lágrimas…tenga que sufrir tanto… tenga que morir…
Quizás, (yo estoy segura), cuando el Dalai Lama aboga por la no violencia tenga razón, (aunque seguramente habrá muchos tibetanos, sobre todo jóvenes, que no estén de acuerdo) pero no será mejor compartir el país con los invasores chinos que no teñir de sangre las bellas montañas del Himalaya.
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El Cajón de Lady Pepa, es un espacio donde caben noticias de cualquier ámbito. En está página hablaré de temas que para mi sean interesantes al margen de si son o no actualidad. Es mi espacio, y quiero que sea un reflejo de lo que me apasiona, de lo que me molesta y lo que me sorprende. Me interesa la moda, me gustan los viajes, pero sobre todo admiro a las personas que con sus ideas e iniciativas ayudan a crear un mundo mejor.
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