Gianmarco Onestini, finalista de Supervivientes 2021 apareció en “Sábado Deluxe” reuniendo, como si fuera una muestra de catálogo, todos los requisitos indispensables que debe tener el aspirante a clásico seductor italiano. Arrellanado en la butaca, con una pose de aparente seguridad en sí mismo, sintiéndose el gallo del gallinero, con su cabellera relativamente tupida y requetepeinada, vestido con una camisita negra con algunos botones desabrochados dejando ver un torso esculpido por horas de gimnasio, una gran sonrisa y una mirada con la que pretendía decir eso de: ¡Niñas!, estoy aquí y soy la releche… Ha demostrado con su comportamiento y discurso estar mucho más cerca de ser un marpione. Aunque su verborrea “conveniente” le está haciendo recoger frutos y vuelve a la pantalla de televisión como anfitrión de “Ven a Cenar conmigo!” donde después de verlo en acción ha corroborado lo que no puede ocultar, que no acepta las criticas y que como hombre es un auténtico coñazo, que si te invita a “cenar” mejor decirle que … ¡Ni muerta!
Claro, que hay presentadoras/colaboradoras a cui cadono le mutandine quando Giamnarco Onestini las mira, y sobre todo cuando, el seducente se carga a la familia Flores Moreno. El italianini no acepta que ha perdido el concurso y que por muy machito que sea, no ha hecho nada que no haya realizado Olga Moreno mejor que él. Sí, ¡claro! es frustrante aceptar que le haya aventajado una mujer de 45 años, que entró en el concurso con una carga psicológica y emocional negativa gracias al “docurrollo” y que aun así, haya sacado fuerzas de flaqueza para comportarse como una auténtica jabata. Ha ganado porque lo ha merecido, aunque sea cierto que las circunstancias de fuera del concurso hayan hecho que el público se posicionara de manera masiva. Aunque, el “galán” debería aparcar su ego y reconocer que si este concurso hubiera sido de belleza el galardón habría sido para su compañera Melissa Pinto.
Por supuesto, el tal Gianmarco, incapaz de asumir la derrota no ha felicitado a la ganadora Olga Moreno, pero aprovechando la información que ha recogido en estos días, como buen arribista, se ha sumado al carro del descrédito para cargarse el concurso y la reputación de una mujer a la que no conocía, sabiendo que así tiene el trabajo asegurado en la Telecinco. Y, es que, si hay un país donde el machismo está tan presente como en el nuestro es en Italia, y no olvidemos que la cadena está dirigida por un italiano que consiente este tipo de comportamientos entre sus colaboradores.
Algo parecido le pasó al petulante Ton Brusse, que sintiéndose protagonista de los “deseos más ocultos” (¿broma o realidad?) del presentador del programa Jorge Javier Vázquez (que delante de un “boy” atractivo pierde los papeles), dada la “tirada de tejos” continuada a la que le sometía, se sintió el niño bonito de la edición y pensó que ganaría el concurso. Su decepción fue mayúscula. Nada más salir expulsado, su “pigmalión” el Maestro Joao, seguramente le puso al día y le “orientó” sobre a quién tenía que atizar para seguir siendo omnipresente. Parece que el marroquí tomó buena nota, y en la final del reality se presentó con una chaqueta fucsia por si había alguna duda sobre su posicionamiento.
No se podía esperar otra cosa de Onestini (un apellido que poco tiene que ver con su personalidad), sino que se sumarse a la causa de Rocío Carrasco, que se ha convertido por derecho propio en la malvada del cuento de Cenicienta, porque dicen, y es una verdad popular, que por sus hechos las conoceréis y ella ha convertido “su verdad” en un referente indigno para muchos telespectadores que no están de acuerdo con algunos de sus comportamientos y afirmaciones ya que piensan que para lo único que le está sirviendo es para disparar sus ingresos.
Otros al mirarla perciben la venganza convertida en mujer, porque la frialdad que transmite su mirada traspasa la pantalla del televisor. Y, lo que le faltaba para retratarse, han sido sus intervenciones en Sálvame que nos han mostrado, no a la chica temblorosa del documental, afectada e inmersa en un supuesto drama del que no ha sabido o querido salir, sino a una mujer que nos remite a actuaciones de su pasado, aparentemente prepotente y con una aptitud más chulesca que humilde; que con acritud pide cuentas a quienes han opinado sobre ella, sin darle la razón.
Ese falta de autocritica y esa protección por parte de los presentadores del programa, ha decepcionado a una parte de la audiencia que ha visto, de nuevo, como se ha sometido (por un puñado de dólares) a una cadena se televisión que parece “frivolizar” con la violencia de género, un tema que causa mucho dolor y con el que la población está muy sensibilizada, y que se ha mezclado con intereses de una clase política donde no parece que exista mucha pluralidad.
Rocio Carrasco ha consumado su venganza y ha expuesto a su ex marido y a sus hijos a merced del escarnio público. En estos días aparece, como tantas veces en la portada de ¡Hola! aparentemente relajada y feliz, disfrutando de unas idílicas vacaciones con ese compañero de vida que la hace tan “dichosa”. Su paso por Cataluña también le ha servido para visitar a su nuevo mejor amigo, Jorge Javier Vázquez en el teatro Tívoli de Barcelona donde el presentador ha estado interpretando su última obra “Desmontando a Séneca” (¿será premonitorio?) y donde se ha sentido jaleada por los fans del comunicador.
Al mismo tiempo, Olga Moreno se ha proclamado ganadora de Supervivientes, y dos días más tarde, (porque tenía un contrato firmado) ha tenido que aparecer en televisión para contestar a las acusaciones de la Carrasco que durante los trece capítulos que ha durado su “docurrollo” la ha acusado de casi todo…
Por supuesto la han acribillado, porque las condiciones de la entrevista no han sido las mismas que con Rocío, sentada explayándose sin nadie que la interrumpiera. Ella se ha visto sometida a las preguntas de varios de sus más duros detractores, amigos de la agraviada, y sobre la marcha ha tenido que responder a sus interpretaciones.
Pero, pese al circo mediático en el que se ha desarrollado el especial “Ahora, Olga”, ha tenido una gran audiencia. Una audiencia que la ha respaldado porque ha entendido que existe más corazón en una de sus respuestas, que en todos los capítulos de la serie de Rocío Carrasco. Y, es que… por muchos errores que hayan cometido (que los ha cometido) Antonio David Flores, Olga Moreno o Rocío Flores, el machaque que están viviendo durante tanto tiempo y a todas horas, les redime de la supuesta culpa.
Como se podía esperar ni el programa Sálvame, donde teóricamente tenía que responder Carrasco, ni Socialité han hecho mención al especial de Olga Moreno. Con esa falta de objetividad que les caracteriza le han dando la espalda, siguen con el pensamiento único, siguen dando cabida a todos los detractores de esta familia y dando portazo a esa otra parte de “la verdad”, porque se han empeñado en que solo exista la “verdad absoluta” que atribuyen a Rocío Carrasco, gracias a un guión muy bien argumentado .
Lo que está claro es que en esta historia están perdiendo todos. La “aventura” que ha emprendido la hija de “la más grande” (con permiso de Isabel Pantoja), es peligrosa porque, cuando uno expone su vida en televisión de esa manera, está a merced de la opinión pública (no solo la de los amigos) y a la mayoría de la gente le gusta la “sangre”. El suceso que se expone no puede tener ninguna arista si se quiere que el público responda positivamente a la causa, algo que no sucede con las explicaciones de Rocío Carrasco que más bien parece, en vez de la reina del cuento, una marioneta en manos de muchos.
Y… mientras tanto, seguimos asistiendo al aquelarre hacia la familia Flores por parte de personajes asiduos a los platos de la cadena como las Campos, las “Belenes” Rodríguez o Esteban, Isabel Rábago, Alba Carrillo, etc, etc, etc. como si cada una de ellas tuvieran una vida inmaculada o, el supuesto vidente Maestro Joao, al que hay que despojarlo del “título” de maestro a lo voz de ya, porque como “maestro” debería ser humilde, generoso, comprensivo, empático ser capaz de perdonar, entre otras muchas virtudes que brillan por su ausencia cuando escuchamos a Joao. Pero eso sí… se maquilla y pinta las uñas que es un primor…
Hasta que aparezca otro tema recurrente, seguiremos escuchando como estas colaboradoras “ejemplares” le piden responsabilidades a Olga Moreno por, según ellas, no tender puentes entre Rocío y sus hijos, algo que no hacen con el marido de su amiga, Fidel Albiac… Son así de “justas”.
De momento la protagonista ha desaparecido de su sección en Sálvame… pero se acerca el otoño y ahí veremos cómo sigue el cuento…
Por cierto: ¿Llamará Irene Montero y Pedro Sánchez a Olga Moreno, Rocío Flores o a Antonio David Flores para decirles que, sienten los insultos y humillaciones que están recibiendo?. También son unas personas a la que, supuestamente, maltratan emocionalmente como a Rocío Carrasco ¿O no?.
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