Traición

La cifra oficial de víctimas mortales en Valencia es de 211 personas y 78 desaparecidos.

Pues sí, la definición de traición es no responder a la confianza que han depositado unas personas sobre otras, y mucho más en medio de una tragedia. Pero lo grave es que en el centro del desastre que ha ocasionado la DANA y que ha asolado a la Comunidad Valenciana, (y a otras partes de España, pero con menor intensidad), hemos podido constatar cómo el gobierno estatal y local, que deberían velar por el bienestar y la seguridad de sus conciudadanos no han respondido, en primera instancia, como se podía esperar de ellos.

¿Por qué no saltaron las alarmas cuando aún había algo de tiempo para reaccionar, por qué se enviaron 8 horas más tarde? Todo apunta, subliminalmente claro, que las acciones de los que debían tomarlas no parecen que fueran encaminadas a paliar en lo posible la catástrofe, sino que se tomaron su tiempo, «mareando la perdiz», mientras pensaban milimétricamente como sacar rédito político y cargarse al adversario (de eso nuestro gobierno sabe un rato, que por algo le pagamos un montón de asesores), cuando lo único que debería haberles importarles es la protección de la vida humana.

Sí. Es una traición que los que nos mal gobiernan no hayan removido cielo y tierra desde el minuto cero para auxiliar a unos seres humanos que necesitaban que alguien tomara decisiones rápidas, y movilizaran todos los medios su alcance para reducir, en lo posible, las consecuencias de un desastre natural que no se habría podido evitar, pero sí minimizar

Pero, para eso el partido que está en el poder debería gobernar “por el pueblo y para el pueblo” (fue Abrahán Lincoln quien definió así la democracia)… Pero nosotros ¿vivimos en una democracia?. Antes sí, ahora parece que retrocedemos… El rey Felipe II, allá por 1588, justificó la derrota de la Armada Invencible cuando mandó una flota con la intención de invadir Inglaterra, con la conocida frase: “Yo no mandé a mis barcos a luchar contra los elementos” y se quedó tan a gusto, aunque en su caso dijo la verdad. Sin embargo, Pedro Sánchez, que de la palabra “verdad” no conoce su significado, no ha dejado pasar la ocasión, para seguir cubriéndose de gloria y pasar a la “posteridad” con otra célebre frase: «Si necesitan más recursos que los pidan», (si, es cierto lo dijo en medio de otras cosas)

Pero ¿Hay que pedir recursos cuando las aguas campaban a sus anchas por el territorio, cuando se habían tragado a tantas personas, cuando la zona se había convertido en un infierno. Eso para mi también es traicionar a los damnificados, porque si el señor Sánchez y compañía, se hubiera tenido que menear para justificar “chanchullos” relativos a miembros de su partido o de su propia familia, no habría esperado a que le pidieran recursos, como ya ha demostrado.

Para mi es dar la espalda (de manera consciente o inconsciente y sin calcular la magnitud de las consecuencias), a unos seres humanos que tenía la obligación de socorrer porque para eso él es el presidente del gobierno de España.

¿España? ¡Ah! Pero es que el problema es que para este señor España son solo algunas comunidades, no las que le salvan el trasero y que le mantendrán en el poder mientras les interese y cuya opinión, hay que tener en cuenta…

Les guste o no a algunos, España es toda, y para ayudar de corazón a esa parte de ella que vive esta desgracia ahí han estado, y están, miles de voluntarios que se han volcado con los afectados.

Y, también los reyes Felipe y Letizia arriesgándose a que les partieran la cara algunos vecinos desatados, y “con razón”, como dijo la reina. El señor Sánchez acostumbrado a controlar las situaciones en su beneficio, salió por piernas de Paiporta porqu las “palas voladoras” no las podía dominar.

La traición la sufrimos cada día, no solo está instalada en el mundo de la política sino también en nuestra sociedad. La podemos sentir en diferentes ámbitos, por ejemplo en los medios de comunicación y sus informaciones interesadas, donde dan pábulo a personajillos sin escrúpulos que a cambio de ingentes cantidades de dinero no tienen problemas en engañar sobre su propia familia o falsear información de quien se le ponga por delante. Y, eso, en las cadenas de televisión principalmente lo utilizan como estrategia para arañar unas décimas de audiencia.

Hay gente que ha puesto toda su confianza en personas que les han traicionado, porque ser amigos o familia no significa nada cuando hay dinero de por medio. Es fácil imaginar el dolor cuando crees en alguien y traicionan tu buena fe. Aunque como la traición está naturalizada, si se explica se puede correr el riesgo de que alguien piense: “Seguro que se lo merecía, algo habrá hecho”. Y, no, no hace falta hacer nada, basta con confiar en seres humanos disfrazados de buenas personas.

De Pedro Sánchez, poco podemos esperar como ser humano, porque le puede la ambición de poder, se lleve por delante a quien se lleve. Pero, digo yo que en algún momento de su vida, se mirará al espejo y se verá como lo que es, un aprendiz de Dorian Grey, (“El retrato de Dorian Grey” novela de Oscar Wilde) solo que él tendrá que dar cuentas, porque no va a ser inmortal, aunque estoy segura que le gustaría..

María José Rasero Navarro

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