El corazón de Barcelona está repleto de edificios históricos que guardan fascinantes anécdotas. Uno de ellos es la Basílica de Santa María del Pi, también conocida como del Pino o de los Reyes, un templo que combina historia, arte y leyenda. Su nombre, tan popular entre los barceloneses, tiene diferentes orígenes. El de Santa María de los Reyes podría deberse a un retablo que representaba la Adoración de los Reyes Magos. En cuanto al nombre del Pi, la tradición cuenta que se debe a una imagen de la Virgen hallada en el tronco de un pino.
Otra versión señala que, en 1568, se plantó frente a la iglesia un pino que simbolizaba a la Virgen y que llegó a ser tan alto como los edificios circundantes. Sin embargo, el precioso árbol tuvo un triste final: según la leyenda, murió en 1802 después de que un soldado le clavara la bayoneta, hiriéndolo en el “corazón”. Hoy, en su lugar, crece un pequeño árbol joven, casi insignificante, que provoca cierta tristeza al compararlo con su majestuoso antecesor… como ocurre a veces con las personas.
La encantadora y cálida Basílica del Pi, construida entre los siglos XIV y XV, está documentada desde el año 987. En 1188 ya era considerada iglesia parroquial. Originalmente de estilo románico, fue transformada posteriormente en el actual gótico catalán. Desde 1926 ostenta el rango de basílica menor, concedido por el papa Pío XI, y fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931
En su interior reposan los restos de numerosos miembros de la nobleza barcelonesa y del santo más querido de la ciudad, Sant Josep Oriol. Además, quienes deseen orar pueden visitar la capilla donde se expone permanentemente el Santísimo.
A lo largo de su historia, la basílica ha sufrido numerosas calamidades: un terremoto causó graves daños, fue bombardeada durante la Guerra de Secesión, incendiada en la Guerra Civil española y afectada por la explosión de un polvorín cercano.

Quizá por eso, los santos que la habitan son modelos de paciencia y resistencia… virtudes que hoy siguen poniendo a prueba los turistas que la llenan cada día con sus cámaras y selfies.
Su impresionante nave única, de unos 54 metros de largo, y su extraordinaria acústica convierten la basílica en un espacio ideal para experiencias sensoriales. Por eso, desde este mes, acoge el espectáculo inmersivo “Luminescence”, que llega a Barcelona tras recorrer varias ciudades de Europa y Estados Unidos y cautivar a millones de espectadores.
“Luminescence”, que se presenta en la Basílica de Santa María del Pi (Plaça del Pi, 7), combina arte y tecnología para rendir tributo al templo, transformándolo en un inmenso lienzo vivo. Durante unos 50 minutos, los asistentes realizan un viaje por la historia del edificio a través de proyecciones en 3D, luz, color y música en directo.

El espectáculo -creado por la productora Lodchi y producido por Banijay Ibérica– incluye obras de Verdi, Bach, Beethoven, Vivaldi, Schubert, Debussy y otros grandes compositores, interpretadas por el Coro Francesc Valls, bajo la dirección de Pere Lluís Biosca.
Las funciones, disponibles en español, catalán e inglés, podrán disfrutarse hasta el 30 de noviembre. Las entradas se pueden adquirir en luminiscence.com/Barcelona, en las oficinas de turismo de la ciudad o directamente en la iglesia del Pi. Fotos: Redes sociales Luminiscence.
Visitas: 2
El Cajón de Lady Pepa, es un espacio donde caben noticias de cualquier ámbito. En está página hablaré de temas que para mi sean interesantes al margen de si son o no actualidad. Es mi espacio, y quiero que sea un reflejo de lo que me apasiona, de lo que me molesta y lo que me sorprende. Me interesa la moda, me gustan los viajes, pero sobre todo admiro a las personas que con sus ideas e iniciativas ayudan a crear un mundo mejor.





Más historias
«El Fantasma de la Ópera» inicia su gira española desde Barcelona
Starlite Occidente cierra la temporada de Marbella y se prepara para aterrizar en Madrid
Radio 4 presenta su nueva temporada 2025-2026