25 de marzo de 2025

El cajón de Lady Pepa

Travel, Fashion, Beauty, Culture, Lifestyle… by María José Rasero

Las monjas de Belorado, la Iglesia … y Dios.

Lo de las monjas cismáticas de Burgos es un no parar con tantas noticias que rayan lo delirante. ¿Qué ha pasado en la cabeza y el corazón de la abadesa y sus acólitas, en otros tiempos de la orden de Santa Clara de Asís, dedicadas a la oración con voto de silencio, pobreza y devotas de Cristo?

Por lo que sabemos, ha fecha de hoy, las ex clarisas han convertido el convento de Belorado en una especie de holding empresarial, entre los perros, los pasteles, los líos de las sábanas de seda y las mantas de terciopelo, y ahora, el crowdfunding, que parece que les está funcionando, porque hay gente que dará dinero solo para fastidiar a la iglesia, aunque se tengan que poner del lado del diablo.

A estas “religiosas”, si reconocieran al papa, que parece que tampoco, porque prefieren abarcar las teorías ultraconservadoras del cardenal Raymond Burke, crítico con el Santo Padre, se les podría recordar una de sus frases: «En este mundo en que las riquezas hacen tanto daño, los curas y las monjas tenemos que ser coherentes con la pobreza. Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia», afirmó el pontífice.

Pero, lo que sí están dejando claro es que a su manera quieren seguir perteneciendo a la Iglesia, pero a una que acepte sus condiciones y, sin ninguna duda, hacerse con la propiedad de un convento que no es suyo. Pero,  ¿qué les pasa a estos católicos practicantes que les encanta apropiarse de inmuebles ajenos, sin pagarlos. ¿Será una secuela del Covid?

Lo de estas siervas de Cristo seguirá trayendo cola, porque lo que parecía un “lavado de cerebro” a unas pobres religiosas indefensas por parte de un falso obispo y un no menos falso cura, no es tal, porque la relación ha terminado como el rosario de la aurora. Ellos ya forman parte de lo que fue el primer capítulo de este culebrón, que no sabemos cuántos tendrá y cuál será su final, porque de esta “señora” (ya ex monja, puesto que han sido excomulgada) y su “corte”, podemos esperar cualquier sorpresa, incluso que esto se convierta en una serie de Netflix, Si alguien se pregunta si están poseídas por Satanás, yo creo que más bien, por su propio ego. Y,  al tiempo,  porque todavía nos pueden sorprender contrayendo nupcias con algún galán burgalés adinerado.

Acciones como esta por parte del clero suman desprestigio a la de por sí herida imagen del catolicismo, en una época en que, para tanta gente, la Iglesia resulta cada vez menos interesante.  Son frecuentes las noticias de sucesos que tiene que ver con disidentes que la cuestionan, con la falta de fe, con políticas extremistas  tanto de izquierda como de derechas, unos por defecto y otros por exceso, de las que se tiene que defender desde una posición de inferioridad, porque la religión católica vive en una permanente tormenta.

Y, como yo suelo ser muy “oportuna”, todo esto me pilla en una situación donde me siento como María, la chica irreverente del musical “La llamada” de  “Los Javis”, porque a mi   también se me ha  “aparecido” Dios… Y en qué momento.

Todo pasó después de una peregrinación. Un viaje al que fui, en un estado de total decepción y con un objetivo claro: pedir cuentas a la madre de Jesús, a causa del comportamientos de algunos de sus seguidores más categóricos. Pero, cuál sería mi estupor que cuando creía que de los que me quejaba eran una excepción en esa especie de comunidad de  “santos”, me encontré a un grupo de falsos e irrespetuosos que eran del mismo palo.  ¡Vaya sorpresa!

Así que, una vez llegué a mi destino, sorteé las piedras del camino, (como una cabra montesa cualquiera), y llegué a la cima de una montaña donde se dio la primera aparición mariana y lugar de culto de muchos creyentes. Pude observar una imagen preciosa: la estatura de la Virgen y gente arrodillada alrededor, rosario en mano, rezando aparentemente, y me dije mirando la escena: ”Que bonito sería si lo que parece fuera verdad, el mundo tendría solución”.

Pero, yo a lo mío. Me planté delante de la imagen y le expliqué mi “problema” y sorprendentemente me contestó: “Tú tranqui, es normal lo que te pasa. Estos “hijos míos” vienen aquí, año tras años, se colocan el rosario alrededor del cuello, se disfrazan de buenos samaritanos, se arrodillan ante mí y rezan, bueno por lo menos lo intentan, pero cuando se dan media vuelta, si te he visto no me acuerdo” ¡Jo! Que realista.

Mi hijo se encargará de resolver este tema. Seguro que no sabes, que más de un apóstol de los que eligió mi Jesús, no solo eran humildes sino también unos “pintas”, por eso los reclutó, para enseñarlos y enseñaros que siempre tenemos la posibilidad de aprender y cambiar (porque con los justos para que perder el tiempo, si ya son buenos)

Casi me convence, pero aun así, decido pedir una segunda opinión (por aquello de la deformación profesional) y me dirijo a Satanás. Con este la conversación fue fatal, solo me sugería venganza, (y tiene un aspecto horroroso, descuidado, con cuernos ¡uff!). Así que decidí quedarme con la Reina de la Paz, que además de ser una monada, me pareció bastante legal. Recordé las palabras de un místico que dijo: «Todas las criaturas deben todo a Dios; pero a Ella, hasta Dios mismo le debe algún agradecimiento”.

Eso sí, volví, con la decepción elevada al cubo. Todo lo que me sucedió allí sumado a lo que viví a mi regreso a Barcelona da para una película, con Óscar incluído, porque a la gente le encantan las historias de malos.

Aunque lo único que me quedó claro es que seguiría siendo yo, una defensora a ultranza de lo que la gente entiende como causas perdidas,  aunque para mí no hay nadie ni nada perdido en este mundo cambiante, pero también reversible. Porque siempre creeré en la verdad, en la justicia de los hombres y en la divina y también en los milagros.

A partir de la “aparición” y en honor a María, (ya hasta la tuteo)  decidí posicionarme (yo soy mucho de posicionamientos) a favor de la Iglesia Católica y “defenderla” y también a sus sacerdotes, ya que entre ellos hay personas muy legales, consecuentes con lo que predican, sin máscaras, a los que la sociedad actual ha decidido crucificar (como a Jesús), porque aunque hayan pasado siglos siguen existiendo en nuestro mundo copias exactas de Hérodes y Poncio Pilatos. ¿Qué algunos  miembros de la iglesia hacen fechorías? Sí. Pero, la mayoría, está pagando los abusos de poder que han cometido otros miembros del clero.

Hay muchos santos en el cristianismo como Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia (Santa Teresita del Niño Jesús y la Santa Faz), ejemplo de sencillez que rogó por los sacerdotes: …”entendí que solo el amor es el que impulsa a obrar a los miembros de la Iglesia y que si falta ese amor ni los apóstoles anunciarían ya el evangelio ni los mártires derramarían su sangre reconocí claramente y me convencí que el amor encierra en sí todas las vocaciones». También Santa Germana Cousin, un alma generosa y abnegada ignorada por los hombres pero valiosa para Dios.

Las distancias existentes entre la política actual y la Iglesia no parece se vaya acortar próximamente, ambos se quejan de la dificultad que tienen para entenderse, y deberían desde el respeto mutuo. Tampoco parece muy bien intencionado por parte de algunos estamentos, querer que creamos que todos los hombres que dedican su vida a Dios son unos desalmados. El catolicismo (una rama del cristianismo) cuenta con casi 1.400 millones de seguidores en el mundo por algo será.

Mientras tanto, el Papa Francisco instalado en el siglo que vive, no se cansa de lanzar mensajes dirigidos a todos los frentes que se le presentan:  Que si los peligros de la inteligencia artificial, la pobreza, el sacerdocio de las mujeres, la homosexualidad en los seminarios y fuera de ellos, el matrimonio, el sexo, la riqueza, la mafia, la prensa. Regaña a los que se aprovechan de los más débiles en nombre de la religión, (de eso sé yo un rato) y habla sobre lo que no debemos hacer… Se atreve con todo, con resultados desiguales.

Y mete la pata porque es espontáneo y quiere ser sincero, y se tiene que retractar o matizar sus palabras casi tantas veces como habla, se nota que es argentino (lo que no sabemos es si va al psicólogo), pero demuestra conocer las necesidades y los problemas a los que se enfrenta las sociedad que le ha tocado vivir.

El Pontífice conoce sus limitaciones y sabe que el contenido de la Biblia, (un compendio de las enseñanzas de Cristo), no le da mucho margen para actuar, porque si Dios es el autor de las Sagradas Escrituras base de la Iglesia Católica ¿cómo cambiar sus preceptos y, peor aún, las mentes inmobilistas de muchos miembros del clero?. Así y todo, él sigue con su cruzada, y es algo que piensa defender (en la segunda parte del sínodo de obispos que se celebrará en octubre de 2024), para acercar el catolicismo, lo más posible, a las necesidades del presente e intentar recuperar a los escépticos.

Una misión difícil, pero no imposible, porque como dijo el escritor Gilbert Keith Chesterton a comienzos de 1900, cuando le preguntaron porque se había convertido al catolicismo “Explicar por qué soy católico es difícil: existen diez mil razones que suman una sola razón: que el catolicismo es verdad”.

Por cierto, hace poco un periodista le dijo al Papa Francisco que parecía socialdemócrata, él le contestó «No sé si soy un Papa socialdemócrata o no. No sé clasificarse de una u otra parte, pero la doctrina social de la Iglesia viene del Evangelio”.

Y ya puesta en situación abogo por la figura de Cristo, un gran líder, que ofrece mucho a cambio de nada, y claro como es a cambio de nada, acostumbrados como estamos a pagar por todo, pensamos que no puede ser bueno. Me pregunto como puede ser que  una parte de la sociedad considere que tener principios es sinónimo de antiguo, creer en Dios o asistir a misa es de fachas o que “moleste” a nuestras familias o amigos. Quizás deberíamos creer  en algo más que no sea en nosotros y nuestras irrefrenables necesidades que parecen llevarnos hacia la decadencia más absoluta.

Muchas de las cuestiones que nos planteamos tienen que ver con la falta de cultura, así pues, no estaría de más que una parte del tiempo que dedicamos a las redes sociales leyéramos. Y, a riesgo de parecer una beata en el término más peyorativo de la palabra, me atrevo a recomendar la lectura de la Biblia. Un libro que a pesar de ser el más vendido del mundo, la gente lo tiene en casa como un objeto de decoración más.

Aunque no lo parezca, porque aparentemente lo podríamos definir como un «tochazo», su lectura es amena. La primera parte está dedicada a Génesis, (50 capítulos de nada) y explica cuando en el comienzo de los tiempos la serpiente tentó a Adán y Eva y fueron expulsados del paraíso. Imaginaos la escena, es casi teatral, y no digamos cuando Dios, mosqueado por el comportamiento de sus criaturas, castigó a los hombres con el diluvio universal y los liquidó a todos. Tiempo después ordenó a Noé y sus descendientes repoblar la Tierra.

El Santo varón le obedeció.  Eso sí, Dios les facilitó las cosas haciéndoles vivir alrededor de 900 años (Matusalén 969) y como no había televisión ni You Tube, tenían todo el tiempo del mundo para “entretenerse”.

Después de la traición de Adán y Eva, Yahvé dio otra oportunidad a los humanos y le volvieron a fallar . Fue entonces cuando Él decidió hacer otra demostración de lo creativo que puede llegar a ser infringiendo castigos. Y, una vez más aplicó la justicia divina con la destrucción de Sodoma y Gomorra a base de fuego y azufre, y con Edith, la mujer de Lot, que se le ocurrió desobedecer a Dios y mirar donde no debía y ahí se quedó convertida en estatua de sal, por curiosa.. Y  ni os cuento lo de las plagas de Egipto… Tened en cuenta que a Dios “cabreado” hay que temerle.

¡No me diréis que no es interesante!. Imaginaros lo que podéis descubrir si os engancha. Y si alguno es valiente leed toda la Biblia,  son solo 76 libros con sus evangelios, sus parábolas, etc., etc. ¡Es total!.

¡Ah! Y si os gustan las novelas de misterio echadle un ojo al libro del Apocalipsis de Juan, en el Nuevo Testamento, tiene un poco de todo, terror, destrucción, muerte, y con un final, tela… Tenéis lectura para uno o dos años fijo, lo que podéis ahorrar en botellón, después hasta os podéis comprar  un pisito, porque como están los alquileres… Eso sí, intentad no pedir que os avalen, y si lo necesitáis que no sea a ricos ni a familiares, porque puede ser letal para vosotros.

Venga chicos, enrollaros y darle a la Biblia con la misma intensidad que al alcohol y a la coca, porque estoy segura que cambiará vuestra perspectiva del mundo, al que seguro vais a querer convertir en un lugar mejor.

Pero me preguntaréis ¿Por qué creer en Dios?, Pues ni idea, pero como hay mucha gente ocurrente esta podría ser una buena definición: “Pues soy creyente para no sentirme solo y soportar la vida”.  ¿Os vale?

Aunque … cada uno de nosotros sabemos porqué.

 

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Maria José Rasero periodista
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